Niño Azul (por Vilma)

Recordó y se liberó
por un instante
encarnó azul
y fue mago
por otro instante.
Encontró una suavidad
que se vestía de piel.
Su magia hacía poesía
con los recuerdos salados
de un niño solitario,
y el dulce olvido
de su único compañero,
el mar...
aquél que en sueño
lo viste de agua
y lo abraza desvistiéndolo
de un olvido,
preguntándole al niño solitario
cómo llegó a olvidar
su sal.

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¡Gracias Compañera Mía!

El llamado

Su piel es mi hogar
Su piel es mi refugio
Suave piel que te acaricia
Suave piel que te llama
a que compartas con ella
el delicioso deleite del universo.

Piel de mujer, eres suave.
Piel de mujer, me llamas.
Piel de mujer, he de quererte
Piel de mujer, gracias por reflejar-me.

Tu, suave como la brisa de mar
Tu, que me muestras una parte de mí
Tu, que me llamas a ser
Tu, tu y tu. Eres tu, piel de mujer.

Te miro y me mueves,
te huelo y me llamas,
te acaricio y me llenas,
te beso y me elevas,
te oigo y me callo.

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Este fue el reflejo de Piel

El dolor

El dolor me exprime,
me pone a prueba,
hace surgir mi conciencia,
me llama a responsabilidad.

El dolor reaparece,
y me vuelve a poner a prueba
y vuelve a surgir mi conciencia,
y me vuelve a llamar a responsabilidad.

El dolor es señal de mi real
El dolor, entonces,
me marca el camino,
me enseña a aprender.

Dolor: ahí estás, ¡Cómo dueles!
Pero necesito la sensibilidad
pues sino, no podría yo aprender.
Caminar debo, para aprender.

Lo que Soy

Caminando, Caminando
Personas que perdidas
están veo, y como
humano soy, soy solidario.

Y las llamo a responsabilidad,
a hacerse cargo de sus vidas,
de sus saberes y de sus miserias,
de sus virtudes y de sus defectos.

"¿Te crees sabio para hacer eso?"
Me dirán, y yo se que tanto ellos
como yo en el barro estamos,
y que del barro juntos podemos salir

Algunos pueden elegir no oirme
Mas se que ellos me oyen.
Me dirán algunos -y otros dentro mío-:
"Deja que maduren, que aprendan"

Y yo respondo -dentro mío-:
Sí, pero ¿Quién dice que
tendiendo una mano a otro
ese otro no madura?

¿Y acaso no aprendo
yo también al hacerlo?
¿No es posible que en cada cosa
que hagamos, aprendamos?

¿Quién determina Qué
ha de aprender cada
quien en cada momento?
¿Quién se arroba ese derecho?

Yo sólo le señalo al otro
lo que al otro le cuesta ver
y eso es lo que quiero
que hagan conmigo.

Y se que lo que yo haga sus
consecuencias, para mí, traerá
Pero ¡aquello dentro mío
me impulsa, me lleva!

Podré equivocarme pero
pagaré el precio por eso
pues para aprender primero
uno ha de equivocarse.

Hermano amigo,
camina conmigo
y yo caminaré contigo.
¡Adelante! ¡Alegría!

Compañero amigo
En mí apóyate,
y yo en ti me apoyaré.
¡Fuerza! ¡Coraje!

Eso es lo que tengo
Eso es lo que ofrezco
Eso es lo que pido
Eso es lo que Soy.

Micro y Macrocosmos

El Emperador puede ausentarse,
y puede que otro tome su lugar,
¿No son todos parte del mismo Reino?

Emperador: algunas veces apareces,
y otras parece que desapareces
¿Qué hacen los que a ti te sirven
cuando tu no estás?

Emperador, procura:
alumbrar con tus palabras
a quienes te siguen
cuando el trono estés ocupando.

Emperador: Sólo Tu decides;
Lo que decidan los que te siguen
En tanto de ellos no es su área
no podrán sostenerlo.

Emperador: Soy tu Servidor,
Mientras Yo tenga fuerzas,
en la dirección que Tu indiques
Mis fuerzas pondré.

¿Quién Soy?

No he leido a Becker
No he leido a Machado
No he leido a Shakespeare
No he leido a Neruda
No he leido a Borges

He leido parte de mis miserias
He leido parte de mis saberes
He llorado sangre
Por haber querido que
las cosas fueran otras
que las que eran.

Caminando a oscuras
avanzo, trato de aprender
Me puedo equivocar
Pero de la Ética soy aprendiz
Y ella me ayuda
a ver por qué me caí.

La Semilla

Corro, Corro
Corro sin parar
Corro porque
algo dentro mío
con fuerza me impulsa.

Me puedo chocar,
me puedo caer,
He de levantarme
¿Me voy a cansar?

Corriendo corriendo
Hasta donde me lleve
aquello dentro mío,
pues aquello dentro mío
siento que es
alegre, vivo y fraternal.

Sin Parar

El orden de la relación,
las leyes de la relación
gobiernan las relaciones
y nosotros a ellas hemos
de responder.

Si nos quedamos quejando
de las leyes de la relación
entonces en vez de responder
estaremos reaccionando a algo
que Es, que inmutable es
¡Ja! ¡Vaya psicosis!

Corro, corro, corro sin parar,
varios árboles en mi camino hay
mas contra ellos no he de marchar:
Mi marchar es por querer,
por querer ser, por querer dar.

Mucho tiempo estuve
de los árboles renegando;
tuve que pagar el precio
de esa elección mía.

Ahora sé que los árboles
para marcarme lo real ahí están;
y ahora, conciente de eso,
corro, corro, corro sin parar.